domingo, 31 de marzo de 2013

¿Por qué la foto con móviles?


La fotografía ha ido desarrollándose junto a constantes avances tecnológicos desde sus inicios, en un proceso que aún no parece haber llegado a su fin.
Sin embargo, ya desde el siglo XIX hay fotógrafos que relativizan la importancia de la técnica para centrarse en otros aspectos más relacionados con la visión del fotógrafo.
Otros fotógrafos han preferido cámaras más simples para hacer un trabajo más discreto y poder hacer fotos más íntimas o que no interfieran tanto con las personas a quienes se fotografía.
La foto con móviles puede entenderse y utilizarse como una continuación de esta tradición, adaptada a nuevas tecnologías pero con el mismo espíritu. 

La lista es extensa, cito algunos ejemplos que podemos entender más bien como pistas: 


The Diana Show y Photovision nº17


La cámara de juguete original fue la Diana, poco más que una caja de plástico que dejaba entrar un poco de luz, que no necesitaba batería, y tenía pocas posibilidades de configuración -dos velocidades de obturación, tres ajustes de apertura.
Nadie sabe exactamente se fabricó la primera Diana por la Great Wall Plastics Company, pero se importó por primera vez a los EE.UU. alrededor de 1966. En los EE.UU., la Diana fue vendido principalmente en droguerías y bazares, en especial en zonas turísticas a menos de $5. La Diana usaba la película nás barata de formato medio (120).
La Diana llegó justo como la fotografía fue aceptada en contextos universitarios, y ganó en importancia cuando los profesores de fotografía se dieron cuenta de que la cámara de juguete permitía a los estudiantes aprender los fundamentos de la composición sin tener que invertir en equipo costoso y complicado. Jerry Burchard y Gassan Arnold, en particular, defendieron la Diana como una herramienta de enseñanza.
Algunos de los estudiantes de finales de 1960 pasaron a convertirse en los primeros fotógrafos profesionales que trabajan con la cámara del juguete. Iowa de Nancy Rexroth fue la primera gran exposición, expuesta en la Corcoran en 1971, y en 1979, había más de un centenar de participantes en The Diana Show, una exposición colectiva en California. Fotógrafos acostumbrados a cámaras mucho más sofisticadas estaban entusiasmados con de la relativa simplicidad de tomar fotos con cámaras de juguete, así como la imprevisibilidad de la imagen debido a las fugas de luz y demás imperfecciones técnicas.


En la revista de fotografía Photovison se dedica en 1984 un número monográfico a “La cámara pobre”. Se reúnen obras de Nancy Rexroth, Dagmar Hartig,Sally Gall, David Rasmus, Daniel Canogar, junto con textos de Carlos Cánovas y Jorge Ribalta.


En este enlace puedes leer esos textos, donde se delimitan las características y consecuencias de la foto con estas cámaras juguete o pobres.

Foto: Sally Gall


La Lomografía


En 1991 dos estudiantes de fotografía redescubren en Praga las cámaras Lomo Kompakt Automat. No solo las utilizaron sino que a partir de ellas generaron un movimiento fotográfico ( y comercial) que revalorizó el accidente, la imperfección, la foto en cualquier momento y lugar. 
“ ¡qué sorpresa cuando vieron las imágenes tan alucinantes que habían sacado! Los colores eran intensos, saturados y la foto quedaba enmarcada por viñetas. ¡Esto era algo totalmente nuevo! Al volver a casa, estos chicos quisieron tener sus propias Lomo LC-A, y así fue cómo abrieron las puertas a un nuevo estilo de fotografía artística experimental que ahora conocemos como Lomografía. Tras el alboroto que supuso la introducción de la Lomografía, se trasladaron a San Petersburgo con intención de cerrar un contrato para la distribución mundial de esta pequeña y fantástica cámara .”

No solamente redescubrieron y volvieron a fabricar las cámaras Lomo, también las Holga, Diana. La Lomografía ha puesto en el mercado reediciones de estas cámaras en múltiples variantes, junto a modelos nuevos como la cámara Sardina, accesorios. Un universo completo mezclando el fetichismo por las cámaras de juguete con una manera de entender la fotografía. Como ejemplo, sus Diez Reglas de Oro:
Lleva tu cámara a donde quiera que vayas.
Úsala en cualquier momento - noche y día.
La Lomografía no es una interferencia en tu vida, sino parte de ella.
...
(de las Diez Reglas de Oro)


Como bien aconsejan en su propio decálogo: sáltate las reglas. Podemos elegir las que nos interese. Para mí pueden ser:
2: El regreso de la suerte, la coincidencia, los imprevistos, la casualidad, la fortuna y la sorpresa
3: Espera lo inesperado y la emoción de experimentar
6: Mira dos veces
Bernard Plossu y Joel Sternfeld

Bernard Plossu (1945, Vietnam), uno de los grandes fotógrafos europeos actuales, fue galardonado con el Premio Nacional de Fotografía en Francia en 1988, mismo año en que el Centro Pompidou de París le dedicó una exposición retrospectiva. Plossu está considerado, gracias a su extenso trabajo paisajístico, como el fotógrafo viajero por excelencia. Así, podemos afirmar que su obra, mayoritariamente constituida por reportajes de todos los lugares que ha visitado, es un elogio al silencio y a la soledad. Paisajes insinuados y sugeridos más que proclamados, son lo que podemos observar en sus fotografías. 
Durante unos 7 años, Plossu vivó en Almería. En 1996 recopiló fotos personales íntimas, de esos años en Los años almerienses con cámaras juguete 1987-1944.

Las fotos están realizadas con lo que él llama cámaras juguete, y en sus textos explica por qué:

Su automatismo, extremadamente simplificado, permite ir más deprisa que el cerebro: basta con apretar el botón, eso es todo. (…) Una simplificación técnica para uso infantil y ¡hop, ya está!, la fotografía en estado puro, ¡y barata! Richard Rudisill, el historiador americano de la fotografía, me dijo una vez: “No son ni la cámara ni la película la que hacen la foto, sino el ojo del fotógrafo”; es discutible, la cámara y la película permiten al ojo inteligente traducir, realizar lo que ve. Denis Roche, en su prólogo a El viaje mexicano, afirma que “únicamente refiriéndose a un fotógrafo puede decirse que porque entiende ve, lo que es justamente lo contrario de lo que ocurre a la mayoría de la gente”. 

Las cámaras
¿Con qué cámara sueles disparar? ¿Te da igual una que otra?
Sólo utilizo mis viejas Nikkormat. Tuve un Brownie Flash a los 13 años, una Kodak Retinette, despues una Pentax en la selva de Chiapas y en Big Sur una pequeña Nikon… pero casi después de medio siglo de tomar fotos, es la sencilla Nikkormat a la que le he sido fiel. ¡Además, no es cara! Nunca he tenido una Leica. Cuando cobraba algo, me lo gastaba en comprar unos billetes de avión para viajar, ¡y no en una Leica! (De todos modos, no me gustan los mitos, y no tengo necesidad de hacer lo que me dicen sin parar. ¡No porque grandes fotógrafos hayan usado una Leica tengo que dejarme convencer para hacer lo mismo! ). La Nikkormat es sólida, barata y lo suficientemente buena para mí.
Pero también he usado “cámaras de juguete” porque adoro esos pequeños aparatos donde no hay que hacer nada.
He tenido Agfamatics, cámaras panorámicas desechables ,cámaras de plástico que compraba en el estanco de Nijar. Con todo esto hacía fotos, ya que no es la cámara la que hace al (buen) fotógrafo, si no el ojo y la mente. Además, que placer , estos pequeños dispositivos donde no hay nada que ajustar más que “Nublado” o “Soleado”
(Véase el libro “Nuages / Soleil” y “Los Años Almerienses con cámaras de juguete “)
(Entrevista con Bernard Plossu, revista Ojos Rojos)

El azar
¿Qué prefieres disparar a tiempo y hacer lo que esperabas o no llegar a tiempo y sorprenderte?
¿Esperado? ¿Sorprendido? ¡El fotógrafo tiene el azar que se merece! Pasan tantas cosas a su lado, detrás de él, a los lados. Una buena foto no habla sólo de lo que tiene delante, sino de todo lo que tiene alrededor. Disparo más cosas,momentos inesperados, que momentos planeados. ¡El azar es la llave de la fotografía inteligente! ¡Cazamos el azar!
(Entrevista con Bernard Plossu, revista Ojos Rojos)

iDubai
Durante años Joel Sternfeld ha viajado por el país con el tipo de cámara que necesita un trípode para componer cada toma cuidadosamente detrás de un paño negro.
Pero en su projecto más recinet fue a Dubai y tomó fotos en centros comerciales con un iPhone.


Según Sternfeld, Dubai es "un símbolo perfecto del mundo que se consume". Mientras su temas anteriores eran discretos y pragmáticos, Dubai era deslumbrante y desmesurado. De la misma forma, donde su estilo fotográfico era mesurado y cuidadoso, el proyecto Dubai necesitaba un estilo improvisado, casi impulsivo, como el mismo hecho de ir de compras. Sternfeld cree que lo ideal es unir forma y contenido
"Cuando tienes unidad, se resalta la potencia y el alcance de tu trabajo, así que la idea de documentar el consumismo con un producto de consumo era especialmente tentadora. De ahí el iPhone."



Frederick Monsen y Damon Winter
En el libro Photography and the American Indian se detallan testimonios de fotógrafos de la década de 1880, por ejemplo Charles Lummis, que fotografió a los indios Pueblo: "Creían que las fotos no se las tomaba a ellos sino de ellos y que, con suficientes copias, se consumirían hasta la nada". En la década de 1850 Carl Wimar fotografió a los indios Mandan que rechazaban que les hicieran fotos por miedo a que la cámara reintrodujera una epidemia de viruela. En la década de 1870 el fotógrafo E.O. Breaman fotografió a los indios Hopi, con un grupo que temía a la cámara como instrumento de muerte mientras otro lo consideraba "gran hombre-medicina".
En esos años las cámara de placas era aparatos grandes y complejos. Después de 1888, cuando aparecen los primeros modelos de Kodak con película en rollo, el fotógrafo Frederick Monsen las adoptó de inmediato en su trabajo de fotografiar a los pueblos indios del sureste, desde finales del siglo XIX hasta las primeras décadas del siglo XX.
En el librito The Frederick Monsen etnographic indian photographs (1905) podemos leer:
"Fui de aldea en aldea, siempre aceptando sus costumbres, comiendo su comida, interesándome por lo que les interesaba a ellos... Casi cualquier indio o grupo de indios habría posado para mí, pero una foto de ese tipo no me era útil, lo que yo quería obtener de verdad eran las expresiones inconscientes de la vida cotidiana. Naturalmente en esos días todo tenía que sea posado y enfocado, y solo se disponía de la cámara de trípode, grandes placas de cristal y lentes lentas."
"Cuando se inventó la película en rollo creo que fui uno de los primeros en usarla de forma profesional... Un fotógrafo que utiliza una cámara grande y placas de tamaño completo raramente puede conseguir la atmósfera, perspectiva o libertad de conciencia tan deseables cuando se fotografía a los indios... Mi método de trabajo era llevar dos pequeñas Kodak sujetas a un cinturón alrededor de mi pecho y tapadas por un abrigo holgado... una larga práctica en enfocar hacía posible hacerlo por instinto, como un tirador con un rifle que dispara desde la cadera. Y mis sujetos raramente se daban cuenta de cuándo eran fotografiados."

Además de usar la cámara como una "pluma de tomar notas" Monsen habla de otras dos razones para usar cámara pequeñas de rollo.


La primera es puramente práctica, "reducir el peso del equipo alrededor de un 90%, algo importante en esos viajes".

La segunda es la "calidad artística de las copias finales". Los negativos grandes con copia directa con la luz de Arizona o Nuevo México eran demasiado duras para Monsen y "no tenían atmósfera o sentimiento artístico". Al ampliar las copias de un negativo pequeño se obtiene "no solo un sentimiento de perspectiva que da idea de las vastas distancias sino que su suavidad y el efecto de luz difusa representa mejor la característica atmósfera del desierto." 
Damon Winter
Damon Winter, reportero de The New York Times ganó un tercer premio en la categoría de relatos fotográficos en el prestigioso Pictures of The Year International, coin fotos que había hecho con un iPhone usapndo la app Hipstamatic.
Se trataba de un reportaje titulado Agrunt's Life sobre la vida cotidiana de un batallón de soldados american en Afganistán.


 De ahí surgió un debate en el que algunos crítios llegaron a afirmar que “se había asesinado al fotoperiodismo”. Otros reconocían que Winter "puede que sea el primer fotorreportero en ganar un premio importante documentando un evento con una app, pero no será el último"


"En el corazón de todas estas fotos hay un momento o un detalle o una expresión que nos cuenta la historia de la vida cotidiana de estos soldados. Nada puede cambiar esto. No se ha añadido ningún contenido, ni quitado, oscurecido o alterado. Estas son imágenes especialmente directas y simples.
Usar el móvil es discreto, fresco y poco intimidante. Los propios soldados suelen hacerse fotos entre ellos con los móviles y esa fue la esperanza de este trabajo: tener un conjunto de imágenes que tuvieran casi ese aspecto, pero a través de un ojo profesional.
La belleza de esta nueva herramienta es que te permite ver y acercarte a tus sujetos de forma diferente. Usar el móvil me llevó a pequeños detalles que de otra forma me habría perdido. La imagen de los hombres descansando juntos en una litera no podría haberse hecho nunca con mi cámara habitual. Se habría roto el momento en cuanto hubiera sacado mi cámara 5D con el gran objetivo 24-70. Pero con el móvil, los hombres estaban cómodos. Siempre se reían cuando me veían haciéndoles fotos con el móvil mientras de los hombros colgaban mis cámaras profesionales.
No somos fotocopiadoras andantes. Somos contadores de historias. Observamos, elegimos momentos, enmarcamos pequeños fragmentos de nuestro mundo con nuestros visores" 
— Damon Winter 

Móviles y apps
Los móviles ya habían incorporado cámara de fotos pero la aparición de los smartphones y su universo de aplicaciones (apps) hace que surja de nuevo el interés por la foto vintage o retro, con aplicaciones que mediante software recrean los resultados fotográficos de cámaras Polaroid, Diana, Holga y demás.

Los móviles, además, son omnipresentes. La mayor parte de la gente lleva uno, lo que significa que también lleva una cámara de fotos. Mejor o peor calidad, pero un aparato que puede hacer fotos. En parte es el equivalente de lo que supuso el lanzamiento de las cámaras Kodak a finales del siglo XIX: una popularización brutal de la foto y un cambio de sus uso, porque la fotografía se hace más social. 

De izquierda a derecha, iconos de Instagram, Hipstamatc y Vignette


Para terminar
El uso de cámaras pobres, toy-cameras o fotos con móvil no es obstáculo para seguir usando otras cámaras "normales" con más posibilidades de ocntrol de aspectos técnios. Tampoco es una opción "para toda la vida", de hecho puede llegar a agotar.
Nacy Rexroth, una de las participantes en The Diana Show, escribió: 
"La serie Iowa ha ocupado hasta ahora seis años d emi vida. Mirando hacia atrás parece excesivo haber pasado tanto tiempo usando una cámara infantil de plástico como la Diana. Pero, de algún modo, el aliciente permanecía y continué hasta un día en Ironton, Ohio, en que me di cuenta de que ya no me interesaba más".
Damon Winter escribe:
"No pretendo convertir en un fotógrafo de cámara de móvil. Lo uso con frecuencia para fotos personales (mi gato es mi sujeto favorito) lo que sugiere por qué fue la herramienta perfecta para contar esta historia en concreto. Me ayudó a realizar fotos íntimas de un sujero -elsolado americano en guerra- que con frecuencia se ve solo como pare de una maquinaria de guerra anónia. No puedo decir si volveré a usar la cámara del móvil en mi trabajo."

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