La fotografía ha ido desarrollándose
junto a constantes avances tecnológicos desde sus inicios, en un
proceso que aún no parece haber llegado a su fin.
Sin embargo, ya desde el siglo XIX hay
fotógrafos que relativizan la importancia de la técnica para
centrarse en otros aspectos más relacionados con la visión del
fotógrafo.
Otros fotógrafos han preferido cámaras
más simples para hacer un trabajo más discreto y poder hacer fotos
más íntimas o que no interfieran tanto con las personas a quienes
se fotografía.
La foto con móviles puede entenderse y utilizarse como una continuación de esta tradición, adaptada a nuevas tecnologías pero con el mismo espíritu.
La lista es extensa, cito algunos
ejemplos que podemos entender más bien como pistas:
The Diana Show
y Photovision nº17
La cámara de juguete original fue la
Diana, poco más que una caja de plástico que dejaba entrar un poco
de luz, que no necesitaba batería, y tenía pocas posibilidades de
configuración -dos velocidades de obturación, tres ajustes de
apertura.
Nadie sabe exactamente se fabricó la
primera Diana por la Great Wall Plastics Company, pero se importó
por primera vez a los EE.UU. alrededor de 1966. En los EE.UU., la
Diana fue vendido principalmente en droguerías y bazares, en
especial en zonas turísticas a menos de $5. La Diana usaba la
película nás barata de formato medio (120).
La Diana llegó justo como la
fotografía fue aceptada en contextos universitarios, y ganó en
importancia cuando los profesores de fotografía se dieron cuenta de
que la cámara de juguete permitía a los estudiantes aprender los
fundamentos de la composición sin tener que invertir en equipo
costoso y complicado. Jerry Burchard y Gassan Arnold, en particular,
defendieron la Diana como una herramienta de enseñanza.
Algunos de los estudiantes de finales
de 1960 pasaron a convertirse en los primeros fotógrafos
profesionales que trabajan con la cámara del juguete. Iowa de Nancy
Rexroth fue la primera gran exposición, expuesta en la Corcoran en
1971, y en 1979, había más de un centenar de participantes en The
Diana Show, una exposición colectiva en California. Fotógrafos
acostumbrados a cámaras mucho más sofisticadas estaban
entusiasmados con de la relativa simplicidad de tomar fotos con
cámaras de juguete, así como la imprevisibilidad de la imagen
debido a las fugas de luz y demás imperfecciones técnicas.
En la revista de fotografía Photovison
se dedica en 1984 un número monográfico a “La cámara pobre”. Se
reúnen obras de Nancy Rexroth, Dagmar Hartig,Sally Gall, David
Rasmus, Daniel Canogar, junto con textos de Carlos Cánovas y Jorge
Ribalta.
En
este enlace puedes leer esos textos,
donde se delimitan las características y consecuencias de la foto
con estas cámaras juguete o pobres.
La Lomografía
En 1991 dos estudiantes de fotografía
redescubren en Praga las cámaras Lomo Kompakt Automat. No solo las
utilizaron sino que a partir de ellas generaron un
movimiento fotográfico ( y comercial) que revalorizó el accidente, la
imperfección, la foto en cualquier momento y lugar.
“ ¡qué sorpresa cuando vieron las
imágenes tan alucinantes que habían sacado! Los colores eran
intensos, saturados y la foto quedaba enmarcada por viñetas. ¡Esto
era algo totalmente nuevo! Al volver a casa, estos chicos quisieron
tener sus propias Lomo LC-A, y así fue cómo abrieron las puertas a
un nuevo estilo de fotografía artística experimental que ahora
conocemos como Lomografía.
Tras el alboroto que supuso la
introducción de la Lomografía, se trasladaron a San Petersburgo con
intención de cerrar un contrato para la distribución mundial de
esta pequeña y fantástica cámara
.”
No solamente redescubrieron y volvieron
a fabricar las cámaras Lomo, también las
Holga, Diana. La
Lomografía ha puesto en el mercado reediciones de estas cámaras en
múltiples variantes, junto a modelos nuevos como la cámara Sardina,
accesorios. Un universo completo mezclando el fetichismo por las
cámaras de juguete con una manera de entender la fotografía. Como ejemplo, sus Diez Reglas de Oro:
Lleva tu cámara
a donde quiera que vayas.
Úsala en
cualquier momento - noche y día.
La Lomografía no
es una interferencia en tu vida, sino parte de ella.
...
(de las Diez Reglas de Oro)
Como bien aconsejan en su propio
decálogo: sáltate las reglas. Podemos elegir las que nos interese.
Para mí pueden ser:
2: El regreso de
la suerte, la coincidencia, los imprevistos, la casualidad, la
fortuna y la sorpresa
3: Espera lo
inesperado y la emoción de experimentar
6: Mira dos veces
Bernard Plossu y Joel Sternfeld
Bernard Plossu (1945, Vietnam), uno de
los grandes fotógrafos europeos actuales, fue galardonado con el
Premio Nacional de Fotografía en Francia en 1988, mismo año en que
el Centro Pompidou de París le dedicó una exposición
retrospectiva. Plossu está considerado, gracias a su extenso trabajo
paisajístico, como el fotógrafo viajero por excelencia. Así,
podemos afirmar que su obra, mayoritariamente constituida por
reportajes de todos los lugares que ha visitado, es un elogio al
silencio y a la soledad. Paisajes insinuados y sugeridos más que
proclamados, son lo que podemos observar en sus fotografías.
Las fotos están realizadas con lo que
él llama cámaras juguete, y en sus textos explica por qué:
Su automatismo, extremadamente
simplificado, permite ir más deprisa que el cerebro: basta con
apretar el botón, eso es todo. (…) Una simplificación técnica
para uso infantil y ¡hop, ya está!, la fotografía en estado puro,
¡y barata! Richard Rudisill, el historiador americano de la
fotografía, me dijo una vez: “No son ni la cámara ni la película
la que hacen la foto, sino el ojo del fotógrafo”; es discutible,
la cámara y la película permiten al ojo inteligente traducir,
realizar lo que ve. Denis Roche, en su prólogo a El viaje mexicano,
afirma que “únicamente refiriéndose a un fotógrafo puede decirse
que porque entiende ve, lo que es justamente lo contrario de lo que
ocurre a la mayoría de la gente”.
Las cámaras
¿Con qué cámara sueles disparar? ¿Te
da igual una que otra?
Sólo utilizo mis viejas Nikkormat.
Tuve un Brownie Flash a los 13 años, una Kodak Retinette,
despues una Pentax en la selva de Chiapas y en Big Sur una pequeña
Nikon… pero casi después de medio siglo de tomar fotos, es la
sencilla Nikkormat a la que le he sido fiel. ¡Además, no es
cara! Nunca he tenido una Leica. Cuando cobraba algo, me lo gastaba
en comprar unos billetes de avión para viajar, ¡y no en una Leica!
(De todos modos, no me gustan los mitos, y no tengo necesidad de
hacer lo que me dicen sin parar. ¡No porque grandes fotógrafos
hayan usado una Leica tengo que dejarme convencer para hacer lo
mismo! ). La Nikkormat es sólida, barata y lo suficientemente buena
para mí.
Pero también he usado “cámaras de
juguete” porque adoro esos pequeños aparatos donde no hay que
hacer nada.
He tenido Agfamatics, cámaras
panorámicas desechables ,cámaras de plástico que compraba en el
estanco de Nijar. Con todo esto hacía fotos, ya que no es la cámara
la que hace al (buen) fotógrafo, si no el ojo y la mente. Además,
que placer , estos pequeños dispositivos donde no hay nada que
ajustar más que “Nublado” o “Soleado”
(Véase el libro “Nuages / Soleil”
y “Los Años Almerienses con cámaras de juguete “)
El azar
¿Qué prefieres disparar a tiempo y
hacer lo que esperabas o no llegar a tiempo y sorprenderte?
¿Esperado? ¿Sorprendido? ¡El
fotógrafo tiene el azar que se merece! Pasan tantas cosas a su lado,
detrás de él, a los lados. Una buena foto no habla sólo de lo que
tiene delante, sino de todo lo que tiene alrededor. Disparo más
cosas,momentos inesperados, que momentos planeados. ¡El azar es la
llave de la fotografía inteligente! ¡Cazamos el azar!
(
Entrevista con Bernard Plossu, revista
Ojos Rojos)
iDubai
Durante años
Joel Sternfeld ha viajado
por el país con el tipo de cámara que necesita un trípode para
componer cada toma cuidadosamente detrás de un paño negro.
Pero en su projecto más recinet fue a
Dubai y tomó fotos en centros comerciales con un iPhone.
Según Sternfeld, Dubai es
"un
símbolo perfecto del mundo que se consume". Mientras su temas
anteriores eran discretos y pragmáticos, Dubai era deslumbrante y
desmesurado. De la misma forma, donde su estilo fotográfico era
mesurado y cuidadoso, el proyecto Dubai necesitaba un estilo
improvisado, casi impulsivo, como el mismo hecho de ir de compras.
Sternfeld cree que lo ideal es unir forma y contenido
"Cuando
tienes unidad, se resalta la potencia y el alcance de tu trabajo, así
que la idea de documentar el consumismo con un producto de consumo
era especialmente tentadora. De ahí el iPhone."
Frederick Monsen y Damon Winter
En el libro Photography and the
American Indian se detallan testimonios de fotógrafos de la década
de 1880, por ejemplo Charles Lummis, que fotografió a los indios
Pueblo: "Creían que las fotos no se las tomaba a ellos sino de
ellos y que, con suficientes copias, se consumirían hasta la nada".
En la década de 1850 Carl Wimar fotografió a los indios Mandan que
rechazaban que les hicieran fotos por miedo a que la cámara
reintrodujera una epidemia de viruela. En la década de 1870 el
fotógrafo E.O. Breaman fotografió a los indios Hopi, con un grupo
que temía a la cámara como instrumento de muerte mientras otro lo
consideraba "gran hombre-medicina".
En esos años las cámara de placas era
aparatos grandes y complejos. Después de 1888, cuando aparecen los
primeros modelos de Kodak con película en rollo, el fotógrafo
Frederick Monsen las adoptó de inmediato en su trabajo de
fotografiar a los pueblos indios del sureste, desde finales del siglo
XIX hasta las primeras décadas del siglo XX.
En el librito The Frederick Monsen
etnographic indian photographs (1905) podemos leer:
"Fui de aldea en aldea, siempre
aceptando sus costumbres, comiendo su comida, interesándome por lo
que les interesaba a ellos... Casi cualquier indio o grupo de indios
habría posado para mí, pero una foto de ese tipo no me era útil,
lo que yo quería obtener de verdad eran las expresiones
inconscientes de la vida cotidiana. Naturalmente en esos días todo
tenía que sea posado y enfocado, y solo se disponía de la cámara
de trípode, grandes placas de cristal y lentes lentas."
"Cuando se inventó la película
en rollo creo que fui uno de los primeros en usarla de forma
profesional... Un fotógrafo que utiliza una cámara grande y placas
de tamaño completo raramente puede conseguir la atmósfera,
perspectiva o libertad de conciencia tan deseables cuando se
fotografía a los indios... Mi método de trabajo era llevar dos
pequeñas Kodak sujetas a un cinturón alrededor de mi pecho y
tapadas por un abrigo holgado... una larga práctica en enfocar hacía
posible hacerlo por instinto, como un tirador con un rifle que
dispara desde la cadera. Y mis sujetos raramente se daban cuenta de
cuándo eran fotografiados."
Además de usar la cámara como una
"pluma de tomar notas" Monsen habla de otras dos razones
para usar cámara pequeñas de rollo.
La primera es puramente
práctica,
"reducir el peso del equipo alrededor de un 90%, algo
importante en esos viajes".
La segunda es la
"calidad
artística de las copias finales". Los negativos grandes con copia
directa con la luz de Arizona o Nuevo México eran demasiado duras
para Monsen y
"no tenían atmósfera o sentimiento artístico".
Al ampliar las copias de un negativo pequeño se obtiene
"no
solo un sentimiento de perspectiva que da idea de las vastas
distancias sino que su suavidad y el efecto de luz difusa representa
mejor la característica atmósfera del desierto."
Damon Winter
Damon Winter, reportero de The New York
Times ganó un tercer premio en la categoría de relatos fotográficos
en el prestigioso Pictures of The Year International, coin fotos que
había hecho con un iPhone usapndo la app Hipstamatic.
Se trataba de un reportaje titulado
Agrunt's Life sobre la
vida cotidiana de un batallón de soldados american en Afganistán.
De ahí surgió un debate en el que
algunos crítios llegaron a afirmar que
“se había asesinado al
fotoperiodismo”. Otros reconocían que Winter
"puede que sea
el primer fotorreportero en ganar un premio importante documentando
un evento con una app, pero no será el último"
"En el corazón de todas estas
fotos hay un momento o un detalle o una expresión que nos cuenta la
historia de la vida cotidiana de estos soldados. Nada puede cambiar
esto. No se ha añadido ningún contenido, ni quitado, oscurecido o
alterado. Estas son imágenes especialmente directas y simples.
Usar el móvil es discreto, fresco y
poco intimidante. Los propios soldados suelen hacerse fotos entre
ellos con los móviles y esa fue la esperanza de este trabajo: tener
un conjunto de imágenes que tuvieran casi ese aspecto, pero a través
de un ojo profesional.
La belleza de esta nueva herramienta es
que te permite ver y acercarte a tus sujetos de forma diferente. Usar
el móvil me llevó a pequeños detalles que de otra forma me habría
perdido. La imagen de los hombres descansando juntos en una litera no
podría haberse hecho nunca con mi cámara habitual. Se habría roto
el momento en cuanto hubiera sacado mi cámara 5D con el gran
objetivo 24-70. Pero con el móvil, los hombres estaban cómodos.
Siempre se reían cuando me veían haciéndoles fotos con el móvil
mientras de los hombros colgaban mis cámaras profesionales.
No somos fotocopiadoras andantes. Somos
contadores de historias. Observamos, elegimos momentos, enmarcamos
pequeños fragmentos de nuestro mundo con nuestros visores"
Móviles y apps
Los móviles ya habían incorporado
cámara de fotos pero la aparición de los smartphones y su universo
de aplicaciones (apps) hace que surja de nuevo el interés por la
foto vintage o retro, con aplicaciones que mediante software recrean
los resultados fotográficos de cámaras Polaroid, Diana, Holga y
demás.
Los móviles, además, son
omnipresentes. La mayor parte de la gente lleva uno, lo que significa
que también lleva una cámara de fotos. Mejor o peor calidad, pero
un aparato que puede hacer fotos. En parte es el equivalente de lo
que supuso el lanzamiento de las cámaras Kodak a finales del siglo
XIX: una popularización brutal de la foto y un cambio de sus uso, porque la fotografía se hace más social.
De izquierda a derecha, iconos de Instagram, Hipstamatc y Vignette
Para terminar
El uso de cámaras pobres, toy-cameras
o fotos con móvil no es obstáculo para seguir usando otras cámaras
"normales" con más posibilidades de ocntrol de aspectos
técnios. Tampoco es una opción "para toda la vida", de
hecho puede llegar a agotar.
Nacy Rexroth, una de las participantes
en The Diana Show, escribió:
"La serie Iowa ha ocupado hasta
ahora seis años d emi vida. Mirando hacia atrás parece excesivo
haber pasado tanto tiempo usando una cámara infantil de plástico
como la Diana. Pero, de algún modo, el aliciente permanecía y
continué hasta un día en Ironton, Ohio, en que me di cuenta de que
ya no me interesaba más".
Damon Winter escribe:
"No pretendo convertir en un
fotógrafo de cámara de móvil. Lo uso con frecuencia para fotos
personales (mi gato es mi sujeto favorito) lo que sugiere por qué
fue la herramienta perfecta para contar esta historia en concreto. Me
ayudó a realizar fotos íntimas de un sujero -elsolado americano en
guerra- que con frecuencia se ve solo como pare de una maquinaria de
guerra anónia. No puedo decir si volveré a usar la cámara del
móvil en mi trabajo."